La elección de vivienda es una de las más importantes elecciones que realiza cada español en su vida. Y es que según los datos del INE, el 77,3% de los inmuebles son propiedad de quien los habita. En cambio, sólo el 17,5% son en alquiler, por lo que la elección es, en la mayor parte de los casos, algo para toda la vida. Este mismo estudio también destaca una tendencia al alza de las personas que viven solas, especialmente mujeres. Y es que mientras en otros países de Europa el alquiler es la primera opción, los españoles prefieren, sobre todo, una vivienda en propiedad.

Una vez decidido si se quiere una vivienda en alquiler o propiedad, la zona es lo más importante para la mayor parte de los españoles. En la mayor parte de los casos se busca quedarse en el barrio o en la localidad donde se había vivido hasta entonces. La cercanía al trabajo es el primer condicionante que puede hacer que alguien decida cambiarse a otro barrio o localidad. En las grandes ciudades, por el contrario, la tendencia es vivir primero en una casa de alquiler en el centro, y comprarse más tarde una vivienda en propiedad en distritos más lejanos, debido a sus precios inferiores.

A la hora de elegir zona, también son muy importantes los servicios cercanos que tenga el domicilio. Los medios de transporte cercanos, por ejemplo el metro en las ciudades más grandes, y los supermercados, son los dos puntos más importantes que ayudan a decidir a los españoles. También la facilidad de aparcar -o si cuenta con una plaza de garaje-, los colegios, en el caso de familias con hijos, y los centros de salud.

Por último, una vez decidida la zona y reducido el ámbito de búsqueda, hay que hablar de las características de la vivienda. El precio es un factor fundamental, sobre todo porque es necesario encontrar financiación para pagarla.

Tal y como apuntan en el blog de Haya Real Estate, por lo general se exige “un 20% para la entrada la vivienda. Además, se recomienda que la mensualidad de la hipoteca no supere el 40% de los ingresos mensuales”.

En general, los españoles prefieren viviendas que den al exterior que interiores, lo que baja el precio de éstas últimas aunque sean más grandes. También suelen optar por comprar viviendas con una habitación más de las que necesitan. Por ejemplo, si son una pareja con un hijo, optarían por una vivienda de tres habitaciones. La orientación de la vivienda también es importante, siendo preferidas aquellas que están orientadas hacia el sur.

Igualmente, se prefieren viviendas acabadas a aquellas que estén por reformar, así como aquellas que tengan acabados de calidad, ventanas con aislamiento acústico, etc… Aun así, dentro de un mismo presupuesto, los españoles prefieren quedarse en su zona y contar con una vivienda más pequeña y con peores calidades, que ir a otra más grande que se encuentre más lejos, o que les suponga un mayor tiempo de desplazamiento hasta el trabajo.