El estallido financiero de las hipotecas subprime ha afectado a todos los bancos de inversión estadounidenses, pero Lehman Brothers --que el año pasado tuvo un beneficio récord de 4.125 millones de dólares y que acaba quebrar tras perder 6.060 millones en lo que va de año-- y Merrill han sido las más damnificadas. "Los directivos de Lehman tuvieron un exceso de confianza y perdieron el sentido del tiempo: no cubrieron capital, como hicieron UBS o Credit Suisse, y cuando se quisieron dar cuenta habían perdido el 94% de su valor bursátil", argumenta Robert Tornabell, profesor de ESADE. "La estrategia de todas las entidades tocadas ha sido reconocer pérdidas lentamente, digerir la entrada de pérdidas en balance, y tratar de recapitalizarse. A algunas les ha dado tiempo y a otras no", abunda Alfredo Arahuetes, de la Universidad Pontificia de Comillas.