Para Carles Tusquets, presidente de Borsadiner e Inverco Catalunya, no hay una sola causa que haya permitido el descontrol al que se ha llegado en la política de inversiones de la banca, especialmente la norteamericana. El banquero defiende que ha habido una cadena de errores de todos los jugadores que intervienen en la cadena de transmisión de la información y de los riesgos de los productos sobre los que se invertía, a partir de la creencia de que el crecimiento del sector inmobiliario sería imparable.

Asegura que han fallado los mecanismos de control y también la agilidad de las entidades supervisoras de EEUU, pero destaca que uno de los principales responsables de la situación son las agencias de calificación, de rating, que con sus valoraciones sobre la calidad de los productos crediticios de los bancos y sus formas de endeudamiento les dan una mayor o menor credibilidad ante el sector y los inversores en general. Según Tusquets, es sorprendente que nadie pida responsabilidades a los dirigentes de estas firmas y espera que la supervisión de las entidades financieras sobre estas empresas se afronte lo más rápido posible. El banquero cree imprescindible que se ponga en marcha un sistema transparente de valoración de riesgos de los productos estructurados, para saber cómo están formados.