La aplicación de la ley general tributaria, que entró en vigor a mediados del 2004, no ha logrado reducir la litigiosidad entre el contribuyente y la Agencia Tributaria. El número de quejas aumentó un 26% en el 2005, primer año completo en el que se aplicó la nueva normativa, según datos del Consejo para la Defensa del Contribuyente.

El número de quejas tramitadas por este organismo ascendió en el 2005, último año con datos disponibles, a 8.349, lo que representa un incremento del 26,2% respecto de las 6.617 quejas presentadas un año antes.

Los datos confirman que la ley general tributaria no ha conseguido uno de sus principales objetivos, que pasaba por reducir la conflictividad con el contribuyente. Para ello, la normativa estableció, entre otras medidas, la figura de las actas con acuerdo en aquellos aspectos de la normativa tributaria susceptibles de interpretación, actas que contemplan una reducción de la sanción a pagar.

El presidente del Consejo para la Defensa del Contribuyente, Gaspar de la Peña, indica en la memoria del organismo del 2005 que constituye una "evidencia palmaria" que el expresado objetivo de reducción de la conflictividad en las normas tributarias "no solo no se ha reducido sino que ha aumentado".

Mala aplicación del DerechoEn este sentido, explica que han aumentado principalmente las quejas por una aplicación errónea del derecho y de las normas tributarias frente a aquellas que se refieren a la prestación material de servicios de ayuda y asistencia al contribuyente por parte de la administración.

Para De la Peña, dos pueden ser las causas de que no se haya alcanzado el objetivo perseguido: la "absoluta inadecuación" de la regulación contenida en la ley a la finalidad de reducir la litigiosidad y la falta de voluntad de la administración tributaria para desarrollar en la práctica el contenido de la norma.