Un juzgado de Padrón (A Coruña) ha admitido a trámite una querella criminal presentada por UGT contra la empresa Exlabesa por imponer a su plantilla un jornada laboral de 63 horas semanales. El sindicato acusa a la compañía de un delito de explotación de los 500 empleados desde hace tres años. Según el secretario de acción sindical de UGT-Galicia, Xabier Carro, los trabajadores hacen 11 horas diarias de lunes a viernes, y otras ocho cada sábado.

Según Carro, la compañía se ahorra un tercio de la plantilla necesaria para la misma producción con un horario ajustado al convenio del sector. Y calcula los beneficios anuales de la sociedad en 4,5 millones de euros (749 millones de pesetas).