El relevo de Juan Ramón Quintás como presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) va a resultar poco plácido. Así se puso de manifiesto ayer cuando el propio Quintás presentó su dimisión al consejo de administración de forma inesperada. Sin embargo, ni Amado Franco, presidente de Ibercaja, ni Isidre Fainé, de La Caixa, sustituirán a Quintás antes del 20 de abril, fecha en la que tendrá lugar una reunión extraordinaria, convocada ayer, del consejo de administración. José Antonio Olavarrieta, director general de la patronal de las cajas, sustituirá a Quintás de forma interina hasta esa cita, previa a la asamblea de la entidad.

Quintás, que compareció en rueda de prensa tras la reunión del máximo órgano de gobierno de la patronal ayer en Sevilla, reconoció que "si hubiera existido unanimidad" sobre el candidato a sucederle se hubiera elegido ya, "pero no ha sido el caso". El caso es que Quintás se encontró con la oposición de la mayoría de los miembros de la comisión ejecutiva de la CECA a que impusiera su candidato. La comisión está formada, además de por Quintás y Olavarrieta, por Isidre Fainé (La Caixa), Rodrigo Rato (Caja Madrid), Braulio Medel (Unicaja), José Luis Olivas (Bancaja) y Carlos Egea (Caja Murcia). Los cinco acordaron darse un mes para encontrar el consenso que permita elegir presidente.

El candidato de Quintás era el presidente de Ibercaja, Amado Franco, amigo de Manuel Pizarro y cercano al PP.