La bolsa española terminó la semana con una ganancia del 1%, tras haber absorbido el papel que salió a la venta para realizar beneficios, ya que el dinero respondió con rapidez ante las buenas noticias, como el número de desempleados en EEUU claramente menor de lo esperado en mayo, aunque la tasa (9,4%) es la más elevada desde 1983. Tres son ya las semanas en las que de forma consecutiva las bolsas europeas cierran al alza. La buena noticia es que hay liquidez y ganas de entrar en la renta variable, a poquito que los precios dan una oportunidad. La menos buena es que el potencial alcista de las bolsas parece limitado, posiblemente en los 10.000 puntos.

Mientras los mercados mundiales consolidan las ganancias, el debate continúa entre quienes creen que las bolsas solo harán una parada antes de seguir subiendo y entre quienes aseguran que viene una corrección de calado. Es decir, que los precios actuales no están justificados. El Ibex, que se movió en el rango de 9.626 puntos y 9.455 puntos, acabó cerrando a 9.519 puntos, tras subir el 0,68%, en una sesión en la que Moody´s rebajó la calificación a largo plazo de Gas Natural tras analizar los efectos sobre su estructura financiera de la compra de Unión Fenosa. La energética terminó plana. Los grandes valores, excepto Iberdrola (-0,83%) cerraron en positivo. Telefónica ganó el 0,26%; Repsol, el 1,24%, y el BBVA y el Santander, el 1,18% y el 2,11%, respectivamente. Ambas entidades recibieron una recomendación de compra por parte de Deutsche Bank.

Los que más ganaron en la jornada fueron Arcelormittal (+3,33%) y Acciona (+2,45%). La primera modificó la composición de los comités del consejo y ha constituido un nuevo comité de riesgos y, la segunda, vio elevado su precio objetivo a 100 euros por parte de Barclays. Renovables también estuvo muy alcista: ganó el 2%. Encabezando las pérdidas se situaron Mapfre, que recortó un 2%, y Telecinco, que cerró el día con una descenso del 1,51%.