Tanto el PSOE como los sindicatos han creído ver la sombra del PP detrás de la exigente postura de la CEOE que llevó al fracaso al diálogo social. El principal partido de la oposición tuvo ayer que hacer equilibrios para negar esta acusación de forma tajante, y, al mismo tiempo, brindar todo su apoyo a la patronal y señalar al presidente del Gobierno como único culpable de la ruptura de las negociaciones.

"La responsabilidad del fracaso del diálogo social, como la responsabilidad de muchas de las cosas que están ocurriendo aquí, la tiene una persona: Rodríguez Zapatero", sentenció el presidente de los populares. El líder del Ejecutivo, criticó Mariano Rajoy, "no quería hablar de nada que le fuera incómodo, no quería hacer reformas; por eso puso tantas líneas rojas y tantos límites, que no ha dejado sitio para los acuerdos". Solo buscaba "hacerse la foto".

APOYOS Y ATAQUES Rajoy, además, ofreció su apoyo a los empresarios, que están sufriendo la crisis, "y por si no fuera suficiente, ven cómo el presidente del Gobierno arremete contra ellos y les echa la culpa de su propia incapacidad". La presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, hizo todavía más evidente el alineamiento del PP con las posturas de la CEOE: "Este fin de semana hemos visto el verdadero talante de Rodríguez Zapatero: en vez de escuchar, amenaza. Ha hecho un ejercicio de prepotencia con quien no quiere sumarse a sus medidas de sindicalista retrógrado piquetero".

A pesar de esta defensa a favor de la CEOE, el PP niega que el presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, endureciese su postura después de comer con Rajoy el pasado 2 de julio, como sugieren fuentes tanto de los sindicatos como del Ejecutivo. "Es una cosa verdaderamente cómica y absolutamente antidemocrática echarle la culpa de lo que ha ocurrido aquí al PP", clamó el presidente del PP en un curso de verano de la Universidad Complutense en El Escorial.

EL FLANCO DEBIL Lo cierto es que Rodríguez Zapatero ha defendido tan intensamente el diálogo social a lo largo de los últimos cinco años que su fracaso le ha abierto un flanco débil que el PP trata de explotar. José Blanco, ministro de Fomento y número dos del PSOE, trató ayer de proteger ese flanco, mostrando su sorpresa ante la postura adoptada por el PP de "salir en tromba" a apoyar a la CEOE. Una posición que, en su opinión, responde a que ambas organizaciones tienen como objetivo que se abarate el despido y se reduzcan las cotizaciones sociales, aunque ninguna de las dos lo reconozca. Blanco subrayó que hay "una mayoría amplia de empresarios" que no comparte la decisión de la CEOE de "enmendar a la totalidad" la propuesta del Gobierno y aseguró que ve en "muchos" sectores empresariales una "enorme preocupación" por la "intransigencia" de la CEOE.

Ayer el Círculo de Empresarios, la patronal madrileña CEIM y los autónomos de ATA dieron también su apoyo a la CEOE, que hoy reunirá a su dirección y explicará su postura.

RECRIMINACIONES Pero las manifestaciones no solo llegaron por parte del PP. Josep Antoni Duran i Lleida, portavoz de CiU en el Congreso, también ha criticado la actuación del presidente. En el otro lado de la balanza, Joan Herrera, portavoz de IU-ICV en el Congreso, recriminó abiertamente a la patronal por lo que considera posturas antisociales.

Por su parte, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, reclamó al Gobierno que ahora no tome medidas de forma salomónica, tratando de satisfacer a todos.