El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció ayer una mejora inmediata de las pensiones mínimas y de las de viudedad, para este año, que será incorporada en el proyecto de Presupuestos del Estado para el 2018 que el Consejo de Ministros prevé aprobar a partir del día 22 de marzo (la fecha dependerá de la agenda internacional del jefe del Ejecutivo).

Así lo proclamó ayer el presidente en el pleno monográfico sobre pensiones celebrado en el Congreso de los Diputados donde se esforzó por transmitir un mensaje de tranquilidad al colectivo pensionista. «No hay motivo para el desasosiego», afirmó.

Junto a la subida de las pensiones más bajas, el presidente también anunció su intención de incorporar en el proyecto de Presupuestos nuevas ayudas fiscales para los contribuyentes de mayor edad en el impuesto sobre la renta. De hecho, Hacienda ya trabaja en un «impuesto negativo» en el IRPF que se anticipará a modo de cheque mensual (similar al cheque para las madres trabajadoras). Además, la rebaja fiscal pactada con Ciudadanos para salarios de hasta 17.500 euros también lo será para las pensiones.

El presidente intentó dar respuesta así a las multitudinarias manifestaciones de los pensionistas de las últimas semanas en protesta por la ínfima revalorización del 0,25% de sus prestaciones en cada uno de los cinco últimos años y en demanda de una subida de las prestaciones acorde con la del índice de precios de consumo (IPC), que garantice su poder adquisitivo. La revalorización de las pensiones en función del IPC es asumida por todos los grupos parlamentarios de la oposición, salvo Ciudadanos. Rajoy, sin embargo, volvió a desatender ayer esta demanda y abogó por «respetar el procedimiento general de revalorización» (que lleva a una subida actual mínima del 0,25%) ya que, según dijo, este sistema «está siendo un elemento determinante para garantizar la viabilidad del sistema a los pensionistas de hoy y a las nuevas generaciones».

El jefe del Ejecutivo, no obstante, dejó abierta la posibilidad de aplicar este año una subida equivalente al IPC a las pensiones mínimas. «Comparto y me parece razonable lo que ha dicho la señora Ana Oramas a favor del IPC, al menos los más bajos», respondió Rajoy a la diputada de Coalición Canaria. El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, fue más lejos y apuntó que las pensiones más bajas podrían subir «por encima del IPC».

DEBATE PRESUPUESTARIO / Rajoy aprovechó el anuncio de las mejoras de las pensiones como cebo para intentar captar los apoyos que precisa para los Presupuestos. «Yo les ofrezco trabajar desde este momento para alcanzar un acuerdo a lo largo de la tramitación de los Presupuestos de 2018», afirmó. Pero puso como límite cumplir los compromisos europeos en materia de déficit público. «Los pensionistas españoles, que son siempre un ejemplo de responsabilidad y también de solidaridad, no merecen actitudes frívolas ni demagógicas», afirmó. Queda, en todo caso, la duda de si tanto la pretendida subida de las pensiones mínimas y de viudedad como las nuevas medidas fiscales serían impulsadas por el Gobierno aún en el caso de no contar con los apoyos suficientes para la aprobación de unos nuevos presupuestos.

Rajoy dedicó la mayor parte de su intervención a defender la necesidad de un debate tranquilo dentro de la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo para garantizar la sostenibilidad futura del sistema de pensiones. Según dijo, el debate «debe atender a los que reciben pensiones, pero también a quienes las pagan».

En este sentido, abogó por «avanzar sobre lo ya construido» y no dar marcha atrás en las reformas del 2011 (que alargó a 67 años la edad de jubilación) y del 2013 (que limitó la subida de las pensiones e introdujo el factor de sostenibilidad). Según Rajoy, «si no se revierten las decisiones tomadas recuperaremos pronto el equilibrio del sistema» entre los ingresos y los gastos, condición previa para volver a revalorizar las pensiones con el IPC. Para el PP, el «secreto» de su sostenibilidad está en el crecimiento económico y del empleo.

Rajoy desgranó las cinco prioridades que, a su juicio, deberían centrar los trabajos del Pacto de Toledo: cerrar el déficit estructural del sistema, subir las pensiones más bajas, mejorar las de viudedad, luchar contra el fraude y promover el envejecimiento activo por la vía de compatibilizar pensión y trabajo.