Las turbulencias financieras iniciadas en verano a partir de la crisis hipotecaria en EEUU afectarán al crecimiento español, que será este año del 3,7%, y el próximo, del 2,7%, según las previsiones que ayer difundió el Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo que, hasta final de mes, dirige Rodrigo Rato, ha bajado en una décima sus últimas previsiones sobre España para el 2007 y ha aplicado un severo recorte, de 7 décimas, a lo proyectado en julio para el 2008.

Este previsión equivale a decir que España es, junto a EEUU, el país que más va a sufrir por las turbulencias (para EEUU, la previsión de crecimiento en el 2008 se ha rebajado en 9 décimas, hasta el 1,9%). Según el subdirector del departamento de análisis del FMI, Charles Collyns, los bancos españoles endurecerán las condiciones de crédito, lo que enfriará la inversión residencial y el consumo y, con ello, la economía. Todo ello, en un contexto de aumento del déficit exterior que, según el FMI, pasará del 9,8% del PIB del 2007 al 10,2% en el 2008, mientras que la inflación pasará del 2,5% al 2,8%.

Las proyecciones del FMI son un jarro de agua fría para el Gobierno español, que mantiene su previsión del 3,3% para el año próximo, y sobre ella ha construido el proyecto de presupuestos del Estado para el 2008. Por eso, el titular de Economía del PP, Miguel Arias Cañete, dijo ayer que "el Gobierno se queda solo en sus previsiones económicas, ya que nunca hubo tanta desviación entre lo que piensan los expertos y el Ejecutivo".

REPUNTE MUNDIAL En su informe semestral sobre Perspectivas Económicas Mundiales , el FMI prevé que la economía mundial crecerá por encima del 5% este año impulsada por el crecimiento de países emergentes, pero bajará al 4,8% en el 2008. "El crecimiento debería mantenerse fuerte, pero quiero insistir en que hay grandes riesgos a la vista", afirmó Simon Johnson, director del área de investigación.