Las provisiones, la hucha que están obligadas a engrosar las entidades financieras para hacer frente al impacto del impago de créditos y de la pérdida de valor de otros activos, funcionan como indicador de la salud de la institución bancaria y de cómo ve el futuro. Y Caja Madrid, la entidad presidida por Rodrigo Rato, lo ve negro.

La entidad ganó 231,6 millones de euros entre los meses de enero y septiembre de este año, el 62,8% menos que un año antes. Las ganancias son casi cinco veces menores a los 1.095 millones que destinó a provisiones. "El objetivo del ejercicio es sanear el balance. Por cada euro de beneficio, hemos dedicado más de tres a este fin", apuntaron ayer fuentes de la caja.

15 MESES DE PROBLEMAS La cuarta institución financiera del país --que pasará a ser la tercera en enero, cuando culmine su fusión fría con Bancaja y otras cinco entidades de ahorro-- auguró "al menos" 15 meses de problemas para la economía española y el sector bancario. La incapacidad para crear empleo, apuntó Caja Madrid, es un "problema estructural" del país. Y pese a que aún no se ha "notado", existe la "amenaza" de que los parados agoten sus prestaciones y dejen de pagar sus créditos.

Caja Madrid ha logrado congelar su morosidad en el 5,43% desde que arrancó el año. Ya está por debajo de la media del sector, que en agosto ascendió al 5,61%. El ratio de impagos sobre el total del crédito alcanza así el nivel de febrero de 1996.

Las cajas (5,69%, 1.450 millones más que en julio) evolucionaron peor que los bancos (5,48%, 475 millones más). Para hacer frente a la morosidad, las entidades contaban con un colchón de 61.136 millones, un 16% más que un año antes.

MENOS NEGOCIO Con el objetivo de fortalecerse, Caja Madrid está sacrificando algo de negocio. En crédito, su cuota de mercado ha caído del 6,77% al 6,86% en un año, lo cual ha favorecido que, pese a caer en volumen (8,45%), el peso del capital de mayor calidad sobre los activos ponderados por riesgo mejore (del 6,9% al 7,2%).

La entidad también está reduciendo los recursos de clientes que gestiona. "El mercado está muy perro. Si esto es estructural, habrá que bajar un poquito más de lo previsto la red del sector. En ese proceso habrá vencedores y vencidos, y nosotros estamos tomando medidas para estar entre los primeros", aventuraron fuente internas.

Pese a todo, la caja tiene previsto repetir el beneficio del año pasado (unos 266 millones). Pese a que acumula una caída hasta octubre del 62,8% en las ganancias, es un objetivo factible, ya que el año pasado concentró la inmensa mayoría de los saneamientos en el cuarto trimestre y este año los ha repartido.