El expresidente de Bankia Rodrigo Rato ha descargado este martes su responsabilidad en el Banco de España durante su interrogatorio en el juicio por la salida a bolsa de la entidad que se celebra en la Audiencia Nacional. "Nos decía lo que teníamos que hacer. El Banco de España nos decía: haz esto, haz lo otro. Y si había algo con lo que no estaba de acuerdo, nos decía que no", ha alegado durante su tenso cara a cara con la fiscal Carmen Launa.

El otrora poderoso vicepresidente económico del Gobierno y director gerente del Fondo Monetario Internacional ya está en prisión condenado a 4 años y medio por las tarjetas 'black' y afronta otras causas por sus finanzas personales. En el juicio ahora en marcha, la Fiscalía pide cinco años de cárcel para Rato por un delito de fraude a los inversores, pero la Confederación Intersindical del Crédito -a la que se sumó el abogado Andrés Herzog tras la debacle de UPyD- lo eleva a 12 años porque también le imputa un delito de falsedad en las cuentas anuales del banco del 2010 y el 2011.

Rato ha asegurado que el organismo supervisor le empujó a fusionar Caja Madrid con otras cajas para cumplir los requisitos de capital fijados por la prueba de resistencia al sector financiero comunitario de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) del 2010: "No recuero que el Banco de España nos diera muchas opciones". La entidad de la capital acordó su unión con cinco pequeñas cajas, pero el regulador lo consideró insuficiente. El acusado ha sostenido que el gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, le llamó a su despacho donde le acompañaban el subgobernador, Javier Aríztegui, y el presidente de Bancaja, José Luis Olivas, y le instó a sumar a esta última entidad a la integración.

TRIPAS CONOCIDAS

El expresidente de la entidad, cesado por el Gobierno en mayo del 2012, ha sostenido que en los dos años y tres meses en que ocupó el cargo el Banco de España "nunca" le informó de que estuviera incumpliendo ninguno de sus requerimientos. "Nuestras tripas las conocía el Banco de España porque tenía 15 personas dentro. En Bancaja igual, y en las otras cinco cajas, igual", ha mantenido. En este sentido, ha insistido una y otra vez en que el organismo le informó en el 2010 de que, gracias a los primeros cerca de 4.500 millones de euros de ayudas públicas que recibió, el banco tenía suficientes provisiones para absorber pérdidas en los próximos cuatro años.

Se trata de una cuestión clave, ya que el banco salió a bolsa en el verano del 2011 y fue intervenido unos meses después, en mayo del 2012. Según los inspectores del Banco de España que han actuado como peritos del juez instructor, la entidad no tenía suficientes provisiones ya cuando debutó en el parquet. Rato ha defendido también que las cajas decidieran por "prudencia" hacer provisiones contra el capital en lugar de contra resultados, previa autorización del supervisor, otra medida cuestionada por los peritos: "Veíamos un entorno de deterioro de la economía española, que al final resultó peor de lo que esperábamos. Fue la única decisión en la que fuimos más lejos que el Banco de España y el FROB".