El anuncio del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg, de un probable recorte de los tipos de interés en la reunión que mantendrá hoy la autoridad monetaria provocó reacciones encontradas. El vicepresidente segundo del Gobierno español, Rodrigo Rato, consideró ayer que la medida sería mala para España, ya que podría incrementar todavía más el descontrol de la inflación. Por contra, la Asociación de la Banca Alemana reclamó al BCE que apueste por una medida drástica y recorte los tipos en medio punto, desde el 3,25% al 2,75%.

Rato alertó de que "una bajada de tipos no es beneficiosa desde el punto de vista inflacionista porque el IPC es un fenómeno monetario y, para dar una idea, la demanda de créditos en España aumenta al 13%, y en Alemania lo hace al 1%". Reconoció que beneficia a los consumidores.