El vicepresidente primero del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, salió ayer al paso de la polémica desatada por el reglamento de las cuotas participativas de las cajas de ahorros, una especie de acciones sin derecho de voto, en el que hay quien ha visto el primer paso hacia su privatización.

Rato dijo que precisamente la decisión del Gobierno de no reconocer derechos políticos --el voto-- a esa deuda es una demostración clara de que quiere evitar "la posibilidad de privatizar" las cajas.

NEGACION "Las cajas de ahorros no son empresas privadas, y el PP no es partidario de comenzar ningún proceso para su privatización, sino de dotar a las cajas de suficiente capacidad financiera como para poder competir en el mercado de capitales", dijo.

El Consejo de Ministros del viernes pasado aprobó las normas por las que se regirán esas emisiones, que cotizarán en la bolsa --rentabilidad variable-- o en "otros mercados". La federación de banca de CCOO ya ha anunciado que presentará un recurso contra el real decreto porque vulnera lo que dice la ley de cajas.

LIMITE DEL 5% Nadie, ni persona física ni jurídica, podrá tener más del 5% del total de la cuota emitida por una caja, que podrá autorizar la sindicación de distintos propietarios de esa deuda. Lo que sí podrían hacer esos inversores, que tienen derecho preferente en las sucesivas emisiones, es impedir que la caja de que se trate suprima ese derecho en un momento dado y también rescatar la inversión a precio de mercado en el caso de que la entidad optara por amortizar anticipadamente una emisión.