Las tarifas por el uso del teléfono móvil en el extranjero dentro de la Unión Europea (UE) volverán a bajar mañana por cuarto año consecutivo. Pero solo porque las compañías telefónicas están obligadas a ello por un reglamento europeo y porque el Tribunal de Justicia de la UE respaldó la legalidad de esa imposición ante los precios abusivos que aplicaban antes las compañías telefónicas.

El precio máximo por efectuar una llamada con el móvil dentro de Europa será desde mañana de 0,39 euros por minuto (sin IVA) y el precio máximo por recibir una llamada será de 0,15 euros por minuto (sin IVA). En ambos casos, cuatro céntimos menos que ahora.

Gracias al reglamento, las llamadas de móvil en itinerancia (roaming ) dentro de la UE se han rebajado más del 70% desde que la Comisión comenzó a investigar los precios desmesurados que cobraban las compañías en el 2005 y que condujo a la entrada en vigor del primer reglamento en el 2007. El coste del envío de mensajes se ha reducido en un 60%, hasta 0,11 euros.

A regañadientes

A pesar de ese reglamento, la Comisión constató ayer que la competencia en este segmento del mercado sigue siendo limitada y que las ventajas que han obtenido los consumidores han sido a regañadientes de las compañías, porque no les quedaba otro remedio. Hace falta "más competencia", señaló la comisaria de la Agenda Digital, Neelie Kroes, al analizar el informe.

Un ejemplo. En el caso de la transmisión de datos, en el que la Comisión Europea renunció a fijar una tarifa máxima minorista por la presión de las compañías, las telefónicas cobran a los usuarios como mínimo un precio cinco veces superior al de su coste. El Ejecutivo "espera que los operadores cobren a los consumidores unos precios más bajos" y vigilará de cerca este segmento del mercado.

Para evitar que los consumidores reciban facturas de infarto por navegar por internet con el móvil, las compañías estarán obligadas a limitar el coste del servicio a 50 euros (sin IVA) mensuales y a advertir al usuario cuando su consumo alcance el 80% de esa cantidad. La Comisión ha recogido quejas de usuarios con facturas astronómicas. Un viajero alemán, por ejemplo, recibió una factura de 46.000 euros en el 2009.

En España, las principales operadoras aplicarán por defecto los precios que marca Bruselas. Solo Yoigo ofrecerá precios inferiores (27 céntimos por minuto para las llamadas realizadas en la UE). La competencia, como lamenta la Comisión, será poca y se centrará en los planes especiales de roaming. Es decir, si el cliente no contrata una tarifa específica antes de partir, pagará lo máximo.

Este verano, Movistar mantiene sin cambios su Tarifa Diaria Roaming (24 céntimos por minuto de llamada realizada, con una cuota de un euro diario), Vodafone tiene Vodafone Passport (el coste para el viajero es como si estuviera en España a cambio de 0,99 euros por llamada dentro de Europa, y también en Suráfrica durante julio; y 2,99 en el resto) y Orange ha ampliado con 13 nuevos países el área del plan Viaja y Habla (descuentos del 50% si se paga un euro al día en la UE, y dos euros en el resto de países).