La recesión en la eurozona será breve y su evolución tendrá forma de "V", según un informe de la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's divulgado hoy, en el que se prevén los primeros síntomas de recuperación para finales de 2009.

En el informe, titulado "¿Pronóstico Económico Europeo: "V" o "W"?. Evaluando la magnitud de la recesión", se destaca que la recesión actual en Europa "será la más severa de los últimos 30 años, pero será también razonablemente corta".

"Los signos iniciales de mejora aparecerán hacia final de 2009. De ahí que pensemos en una 'V', en contraste con las recesiones con forma de 'L', donde las economías retroceden con fuerza en un primer momento, al que sigue un extendido periodo de estancamiento".

La agencia de riesgos apunta varios motivos para que la eurozona repunte inmediatamente, después de tocar fondo. El primero es el bajo precio del petróleo en los mercados internacionales, que en opinión de S&P "propinará un significativo impulso al poder de compra de los consumidores", teniendo en cuenta que no es previsible un encarecimiento sensible del valor del crudo.

Para Standard & Poor's el barril se mantendrá en torno a los 35 dólares, lo que "nos lleva a esperar que la inflación caerá con fuerza este año, alcanzando incluso valores negativos en sus índices interanuales durante el verano".

"La demanda interna probablemente se beneficiará del declive de los precios de las materias primas (...) y es posible que los consumidores reaccionen a esta situación acelerando sus compras con la expectativa de que una inflación baja será temporal", prevé.

S&P considera que las empresas se verán beneficiadas al tener menor presión sobre sus márgenes y, por lo tanto, no tendrán que limitar los recortes en inversiones de capital en el último tramo de 2009.

El segundo elemento beneficioso serán los paquetes de estímulos fiscales aprobados por los gobiernos, pero no tanto los puestos en marcha por las naciones europeas -que según S&P sólo representan un 0,8% del PIB de la eurozona- sino por los emprendidos por Estados Unidos y China, que empezarán a recuperar sus economías.

Los bajos tipos de interés son el tercer factor que apunta la agencia, que pronostica que el Banco Central Europeo (BCE) reducirá su tasa hasta el 1 por ciento en el segundo trimestre del año.

S&P reconoce que todavía está por ver si los recortes generalizados en el precio del dinero serán eficaces a la hora de desbloquear la actividad en los mercados crediticios, pero considera que "al menos harán que los préstamos para los consumidores y para las empresas sean mucho más baratos".

Para el conjunto de la eurozona, Standard & Poor's afirma que el Producto Interior Bruto (PIB) retrocederá una media del 1,8 por ciento en 2009, antes de volver a crecer en torno al 1% en 2010, lo que no evitará que esta recesión sea la más fuerte desde los 70.

Todo apunta, según la agencia, a que la recesión está en su fase de apogeo, con la industria manufacturera del Reino Unido cayendo un 14 por ciento en el último trimestre de 2008 y la producción industrial de España y Francia cayendo un 26 y un 20 por ciento.

Lo menos halagüeño de las últimas fechas es la constatación de que "la severidad de la contracción es particularmente fuerte en Alemania", el motor de la economía europea, que "había demostrado una resistencia impresionante a la crisis global durante el tercer trimestre de 2008", pero se ha contagiado desde octubre pasado.

S&P recoge los datos de la Oficina Federal de Estadística de Alemania, según los cuales el crecimiento de la economía germana se redujo a la mitad en 2008 con respecto a 2007 (1,3% frente a 2,5%) y entró en el terreno de la recesión, con una caída de entre el 1,5% y el 2% en el último trimestre de 2008, la peor cifra desde la reunificación.