El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó ayer lo que el Banco de España había anticipado ya hace dos semanas. El producto interior bruto (PIB) retrocedió el 1,8% en el primer trimestre del año respecto al trimestre anterior, y el 2,9% respecto al mismo periodo del 2008, y eso supone la mayor contracción de la economía española en la serie histórica del INE, que dio comienzo en el año 1970.

La gravedad del dato y la rapidez con que ha llegado hacen confiar al Gobierno en que la recesión pudo haber tocado suelo durante el primer trimestre (periodo en el se superaron los 4 millones de parados por primera vez en la historia). Así lo ha expresado el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, en más de una ocasión. Varios economistas ratificaron ayer a Efe esta opinión, con matices.

Para la analista de Funcas María Jesús Fernández, haber tocado suelo no significa que la economía vaya a crecer, sino que las tasas negativas serán menores. El economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, añade que la destrucción de empleo continuará hasta después del verano. "Lo peor en términos de caída ha pasado, otra cosa es que seamos capaces de salir del bache de la crisis", apostilla Carlos Maravall, de AFI.

APOYO DE ALMUNIA El comisario de Asuntos Europeos, Joaquín Almunia, consideró ayer "adecuadas" las medidas anunciadas por el presidente Zapatero, durante el debate del estado de la nación. Según Almunia, las iniciativas van orientadas a cambiar el modelo de crecimiento en el que se ha basado la economía española durante muchos años, con demasiado peso de la construcción residencial.

Ayer, el Consejo de Ministros aprobó el recorte de 1.000 millones de gasto anunciado por Zapatero. Casi tres cuartas partes del ajuste se concentra en los ministerios de Ciencia y Tecnología, Exteriores e Industria. Según el Gobierno, los ajustes no afectan a gastos de personal, inversiones prioritarias, dependencia o inmigración.