El recibo de la luz subirá una media del 4,8% a partir del próximo 1 de octubre, lo que se suma al 2,64% de enero (7,44% en lo que va de año). El Ministerio de Industria desveló a última hora de ayer el alza, que al final ha estado en la parte alta de la franja de encarecimientos prevista por los expertos (entre el 2% y el 5%).

Consciente de lo impopular de la medida, el departamento que dirige Miguel Sebastián esgrimió que la subida supondrá que la factura media se eleve en 1,7 euros al mes. Pero habrá grandes diferencias: para los consumidores con discriminación horaria será del 3%, mientras que para el resto será del 5%. El alza afecta a unos 20 millones de usuarios domésticos --hogares y comercios, principalmente-- que tienen una potencia contratada inferior a 10 kilovatios (KW) y que, por tanto, tienen derecho a la tarifa regulada (TUR).

Industria argumentó también que la subida se debe al incremento del coste de producir energía. Y recordó que el Gobierno ha congelado la otra parte de la factura (las tarifas de acceso o peajes, con que se paga el mantenimiento y uso de la red y otros componentes especiales, como las primas a las renovables).

DECISION POLITICA El Ejecutivo, con todo, podría haber frenado la subida, como hizo en julio. Entonces, rebajó los peajes para neutralizar el encarecimiento del coste de la producción. La medida fue exigida por el PP para sentarse a negociar un pacto de Estado en materia energética.

En esta ocasión, en cambio, el Gobierno ha decidido aplicar la subida, con el beneplácito implícito de los populares. Busca evitar que el déficit de tarifa (la diferencia estructural que suponen unos ingresos del sistema permanentemente menores que sus costes) supere los 3.000 millones de euros estipulados por el propio Ejecutivo para todo el ejercicio y sobrepase los 17.000 millones acumulados en los últimos años.

BONO SOCIAL Y MERCADO A tres millones de usuarios no les afecta el alza, pues tienen la tarifa congelada por ser beneficiarios del bono social (menos de 3 KW en la primera vivienda, pensionistas con cuantías mínimas en la prestación, familias numerosas, y hogares con todos los miembros en paro). Industria recordó que hay otros dos millones de consumidores que pueden solicitar la ayuda y no lo han hecho.

Además, hay otros cuatro millones de usuarios con menos de 10 KW de potencia que han preferido adquirir la energía en el mercado libre y a los que, por lo tanto, no les afecta la subida. Su factura depende del contrato que tengan firmado con la compañía comercializadora. Los consumidores eléctricos con una potencia contratada mayor están obligados por ley a comprar la electricidad en el mercado.