Esta vez se cumplió la regla geométrica de que tres puntos definen un plano. Había pocas dudas de que la bolsa española iba a registrar ayer un retroceso importante, casi seguro. Los tres motivos necesarios para configurar este esquema estaban cantados desde la semana pasada. Primero, que el principal mercado que define todas las posiciones, Wall Street, cerró el viernes con pocas ganas de marcar tendencia. La segunda, que esa actitud iba a ser irreversible a día de ayer, porque los mercados estaban cerrados por conmemorarse una de las pocas fiestas nacionales de Estados Unidos, la dedicada al líder de los derechos civiles Martin Luther King, cuyo recuerdo se traslada cada año al lunes siguiente de la fecha fijada.

La tercera causa de esperar una jornada de retroceso en el índice de la bolsa española era el más elemental: el reflujo tras una semana de fuerte ascenso del Ibex. Si en una semana había sido alcista en un 8%, que ayer retrocediera un 1,01% casi se tomó como una buena señal. De lado de la botella medio vacía estuvo la constatación de que el afeitado no dejaba de ser de 105 puntos, hasta dejar el Ibex en los 10.280 puntos. Si se trataba de quedarse en el empate, también había argumento: en lo que va de año la bolsa lleva una ganancia del 4,27%.

Lo que más mueve a la bolsa no es, de momento, la renta variable y lo que antes era su principal indicador para estas fechas: el anuncio de los beneficios al cierre del ejercicio del año anterior. Ayer, como hace semanas y seguirá ocurriendo unas cuantas más, lo que marcaba tendencia era cómo conseguían financiación para su deuda pública los principales países del euro. A España, de momento, no le va tan mal, y ahora se espera ver cómo le va en el mercado al resto de países compañeros de fatiga de ser supervisado al minuto, como Grecia, Portugal o Bélgica. Lo que sí ya es claro es que no hay esperanza de que la cumbre de los ministros de finanzas del Eurogrupo saque adelante, de forma clara, la consolidación del fondo de rescate que sirva de rompeolas frente a las oleadas especulativas. O sea que calma, pero con temporal predefinido en el horizonte.

En el parquet español, todos los principales valores bajaron: BBVA cayó el 1,58%; Banco Santander, el 1,07%; Repsol, el 0,98%; Telefónica, el 0,4%; e Iberdrola, el 0,17%. En términos absolutos, el valor que más perdió fue Telecinco, que bajó el 3,83%, seguida de Abengoa (-2,34%), Técnicas Reunidas(-2,26%) e Inditex (-1,69%). Acciona encabezó las ganancias del Ibex con un alza del 1,77%, seguida de Iberia (+1,71%), Indra (+1,14%), y Sacyr Vallehermoso (+1,1%). El efectivo negociado ayer en la bolsa ascendió a 3.641 millones.