La recuperación económica de la zona euro sufrió un brusco e inesperado frenazo en el cuarto trimestre del 2009, lo que supone un nuevo foco de preocupación para los dirigentes europeos, que se suma a las dificultades creadas por la grave crisis financiera y presupuestaria griega.

El producto interior bruto (PIB) del conjunto de los 16 países de la zona euro solo consiguió un anémico crecimiento del 0,1% respecto al trimestre anterior, según los datos provisionales publicados ayer por Eurostat, el organismo europeo de estadísticas. Este dato contrasta con el robusto aumento del 0,4% registrado en el tercer trimestre del año pasado y que puso fin a la larga recesión. El crecimiento trimestral en el conjunto de la Unión Europea (UE) también se limitó al 0,1% en el último trimestre del 2009.

MOTOR ESTANCADO Los pésimos datos de finales del 2009 son consecuencia del parón económico de Alemania, principal motor de la zona euro y del conjunto de la UE. El PIB alemán se estancó en el cuarto trimestre del 2009, en contraste con el crecimiento económico trimestral del 0,7% del trimestre anterior.

Francia es el único gran país de la zona euro que mantiene un crecimiento sostenido de su actividad (0,6% trimestral), mientras que Italia corre el riesgo de volver a entrar en recesión, tras registrar una contracción trimestral de su PIB del 0,2%. Con España aún en recesión y las economías holandesa y austriaca perdiendo gas, existe el riesgo de que la zona euro entre en una fase de crecimiento anémico, incapaz de generar empleo y que puede agravar las dificultades empresariales y presupuestarias de los países.

GRAN BRETAÑA, DEBIL Fuera de la eurozona, la situación en Europa no es mucho más boyante. Aunque Gran Bretaña logró al fin salir de la recesión en el último trimestre del 2009, su crecimiento trimestral también se limitó al 0,1% y su reactivación es asimismo muy débil.

"Los datos muestran un crecimiento muy limitado, por debajo de las expectativas del mercado. Esto indica que la recuperación es aún frágil y lenta", reconoció la Comisión Europea.

Las cifras indican que "deben mantenerse las políticas presupuestarias de estímulo económico que fomenten el empleo y el crecimiento", precisó el portavoz del nuevo comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn. El Ejecutivo comunitario volvió a insistir en que los gobiernos deben adoptar reformas económicas que aumenten la capacidad de crecimiento y preparar estrategias de saneamiento de las cuentas públicas compatibles con la recuperación.

La Comisión Europea intentó relativizar el mal dato subrayando que son los resultados de un solo trimestre y que hay que esperar a los datos del primer trimestre del 2010 para disponer de una imagen más precisa de la situación. El Ejecutivo comunitario confía en que el elevado crecimiento económico de China y las otras potencias emergentes, sumado a la recuperación de EEUU, permitan consolidar la salida de la crisis en Europa.