La reforma de los impuestos sobre la renta y sobre sociedades, que entró en vigor el 1 de enero, ha ahorrado 600 millones a los contribuyentes (300 millones en cada caso) en el primer trimestre, según afirmó ayer el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña. La primera cifra sobre los efectos de la reforma fiscal del PSOE casa difícilmente con los cálculos del Gobierno, que estimó un impacto recaudatorio de unos 4.000 millones para la doble reforma (2.000 millones por el IRPF y otros tantos por sociedades).

El ahorro será "algo menor", según Ocaña, que precisó que el verdadero impacto se sabrá en mayo del 2008.

La recaudación por retenciones sobre la renta del capital (cuyo tipo ha pasado del 15% al 18% desde enero) puede compensar "en parte", la rebaja de las retenciones sobre los salarios, dijo Ocaña. Estas últimas han crecido el 10,6% en el primer cuatrimestre, impulsada, según Hacienda, "por el aumento de las rentas salariales" y el efecto arrastre de final del 2006.