El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) Olli Rehn afirmó hoy que los países de la UE pueden permitirse reducir el ritmo de los ajustes, pero les instó a seguir aplicando reformas estructurales que favorezcan el crecimiento económico.

Durante su intervención ante la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo (PE), Rehn defendió que es necesario continuar la "consolidación constante de las finanzas públicas" y destacó los resultados logrados en la reducción del déficit público en los últimos dos años.

"Ahora podemos permitirnos rebajar el ritmo de la consolidación. El margen para respirar que se ha creado nos permite centrarnos en la calidad de las medidas, especialmente respecto a los impuestos, y centrarnos en reformas que fomenten el crecimiento", afirmó el también responsable comunitario de Asuntos Económicos y Monetarios.

Rehn recalcó que ésta es una de las tres prioridades detectadas durante el ejercicio de vigilancia macroeconómica y presupuestaria comunitario, junto con la promoción del crecimiento sostenible y la lucha contra el desempleo.

"Un reequilibrio significativo está teniendo lugar en la economía europea, con un cambio hacia una mayor importancia de las exportaciones en el crecimiento, como se ha visto en Irlanda, España y Portugal", destacó el vicepresidente de la CE.

"Sin embargo, más progresos son necesarios también en este campo para abrir los mercados de servicios a la competencia y también en los países que presentan un superávit, estimulando la inversión interna y la creación de empleo", afirmó.

El responsable económico de la CE recalcó que Europa está viviendo un "cambio económico", con un retorno al crecimiento y una corrección gradual de sus desequilibrios macroeconómicos, y aseguró que las medidas deben fomentar el despegue económico y que el "foco debe ser ahora el empleo".

Estos progresos se han logrado gracias a los esfuerzos hechos por los Estados miembros, que han apuntalado la confianza en sus políticas fiscales, y a que el Banco Central Europeo (BCE) ha tomado "acciones decisivas" y está ejerciendo su rol de banco central como prestamista en última instancia.

Respecto a los dos países que, según la Comisión, registran desequilibrios macroeconómicos excesivos, España y Eslovenia, afirmó que ahora analizarán si estos "persisten o si las reformas han ayudado a reducirlos", para presentar sus conclusiones la próxima primavera.

Además, quitó importancia a la reciente apertura de un análisis en profundidad de la economía alemana para estudiar su elevado superávit comercial.

"Seamos claros, no estamos criticando la competitividad externa de Alemania o su éxito en el extranjero, es lo que queremos en todas partes. Pero el superávit quiere decir que los alemanes están invirtiendo fuera de manera persistente", dijo.

Rehn apuntó también a la necesidad de garantizar que el sector financiero europeo sea sólido y "lleve a cabo su tarea básica, que es conceder créditos", para lo que apuntó a las pruebas de resistencia y análisis de la calidad de los activos que llevará a cabo el BCE.

"La falta de crédito es uno de los mayores cuellos de botella, si no el mayor, que afecta a los países del sur de Europa, pero no solo", advirtió Rehn.

En paralelo, instó a otros países como Francia e Italia a intensificar sus reformas para fomentar el crecimiento y el empleo.

Por su parte, el diputado del Partido Popular Europeo y vicepresidente de la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo, Pablo Zalba, afirmó que es necesario "no solo implementar las que ya están propuestas, sino más soluciones, porque si no difícilmente se podrá consolidar la recuperación".

Zalba también apuntó a la falta de crédito y a la "lacra que supone el desempleo juvenil", para lo que consideró que la puesta en marcha de la garantía juvenil es "un paso importantísimo", aunque pidió que no se quede "solo en planes, pues no tendremos resultados, necesitamos hacerlos efectivos, necesitamos hechos, no palabras".