El Banco de Inglaterra bajó ayer el precio oficial del dinero, por primera vez en dos años, hasta el 4,5%, frente al 4,75% existente desde agosto del 2004, para hacer frente al débil crecimiento de la economía británica. Ayer mismo, el Banco Central Europeo (BCE) decidió mantener en el 2% los tipos de interés en la eurozona, por creer que es el nivel adecuado para estimular el consumo y la inversión sin fomentar la inflación.

Ninguna de las dos decisiones sorprendió a los mercados financieros. La mayoría de los analistas esperaba un recorte de los tipos de interés en el Reino Unido ante el débil crecimiento de la economía británica, la fragilidad de las ventas minoristas y el estancamiento del mercado de vivienda.

El banco no mencionó los efectos sobre la economía de los ataques terroristas en Londres. Apuntó que, más adelante, la subida del precio de las acciones y la reciente caída de la libra, deberían impulsar la actividad.