El Gobierno británico anunció ayer que destinará 20.000 millones de libras (23.400 millones de euros), cerca del 1% del producto interior bruto (PIB) del Reino Unido, para paliar la actual situación económica, hasta abril del 2010. El presupuesto preliminar, el primero en tiempos de crisis, presentado por el ministro de Finanzas, Alistair Darling, asume grandes riesgos, económicos y políticos, cuyas consecuencias pueden pagar los británicos durante largos años. La estrategia de Gordon Brown y Darling contempla el aumento del endeudamiento hasta niveles desconocidos hasta ahora, junto con un recorte del gasto público.

VATICINIOS OPTIMISTAS El ministro reconoció que el crecimiento será este año solo del 0,75%, en lugar del 2,5% previsto en marzo, y para el próximo año prevé un retroceso de entre el 0,75% y el 1,25%, con una caída drástica de la inflación. Su pronóstico de crecimiento para el 2010 --de entre el 1,5% y el 2%-- es más optimista que el de otras instituciones financieras y ha sido visto con reservas por los expertos. "Son tiempos de desafíos extraordinarios para la economía global", señaló Darling. El Gobierno ha optado por "actuar ahora" para "que la ralentización sea menos profunda y más corta", afirmó.

La deuda nacional aumentará de los 91.466 millones de euros en el 2008, a 138.370 millones para el 2009-2010 y solo alcanzará un nivel sostenible para el bienio 2015-2016. La deuda neta del Reino Unido equivaldrá este año al 41% de su PIB, al 48% el próximo año y al 53% y el 57% en años venideros. Desde la oposición conservadora, George Osborne acusó al equipo de Brown de "poner al país al borde de la bancarrota" y crear "una enorme bomba de relojería que estallará cuando empiece a recobrarse la economía".

El paquete económico de rescate contiene una bajada temporal del IVA del 2,5%, que pasará del 17,5% al 15% en el tipo máximo. El recorte entrará en vigor el próximo lunes 1 de diciembre y solo se aplicará durante 13 meses. La crisis ha llevado también a los laboristas a romper la promesa electoral de no subir los impuestos a quienes ganan más. El nuevo tope fiscal para los más ricos, fijado ayer, afectará a partir del 2011 a quienes tengan unos ingresos anuales superiores a las 150.000 libras (176.400 euros). Esta clase privilegiada pasará a cotizar del 40% a un 45%. El Ejecutivo británico también anunció un incremento del 0,5% en la cotización de la Seguridad Social a partir del 2010.

RECHAZO FRANCES Y ALEMAN Mientras, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la cancillera alemana, Angela Merkel, reunidos en París, coincidieron en rechazar el plan británico de una bajada del IVA en un momento de descenso de los precios.