El regulador de los mercados británicos, la FSA, ha impuesto hoy a la banca de inversiones Goldman Sachs una multa de 17,5 millones de libras (21,2 millones de euros) por haber faltado a sus obligaciones al vender productos derivados inmobiliares estadounidense de alto riesgo.

La Financial Services Authority (FSA) reprocha a los responsables británicos de la banca estadounidense de no haber alertado sobre una investigación del organismo regulador de la bolsa estadounidense (SEC).

La SEC se querelló contra la banca acusando de haber engañado a los inversores vendiéndoles productos derivados complejos vinculados a préstamos inmobiliarios de riesgo estadounidenses, las famosas subprimes, en la primavera del 2007, antes del inicio de la crisis financiera. Algunos bancos británicos han sufrido las consecuencias de garantizar el producto financiero de Goldman Sachs y el valor se hundió.

El banco tampoco informó de que también estaba bajo sospecha uno de sus ejecutivos, Fabrice Tourre, artífice del polémico instrumento financiero, quien iba a trasladarse de Estados Unidos a Londres y por tanto debía recibir la aprobación de la FSA.

MULTA RÉCORD EN EEUU

El regulador británico empezó a investigar a Goldman Sachs el pasado abril, poco después de que lo hiciera el regulador financiero estadounidense, la Comisión de intercambio y títulos, que acusó al banco de engañar a los inversores en la venta de esos complejos títulos.

El pasado julio, Goldman Sachs zanjó su contencioso con el regulador financiero estadounidense con el pago de 550 millones de dólares, sin admitir ni negar las acusaciones de fraude en el caso conocido como Abacus.

La mayor multa jamás impuesta por la FSA en el Reino Unido fue la que recibió el también estadounidense JP Morgan hace tres meses, por no mantener una cuenta separada para el dinero de sus clientes, de 33,3 millones de libras.