Los planes de pensiones garantizados perderán fuelle con la entrada en vigor del nuevo impuesto sobre la renta (IRPF) en enero. La norma introduce un nuevo producto, el plan de previsión asegurado (PPA). Será un ´hermano´ del plan de pensiones, con su misma fiscalidad, pero con la rentabilidad asegurada por contrato, como en los seguros de vida.

El nacimiento del PPA es el fruto de las reclamaciones de las aseguradoras a causa de los planes garantizados vendidos por la banca. El sector consideraba que los bancos y las cajas desnaturalizaban los planes -mero instrumento de acumulación de capital-- mediante la fórmula de comprometer una determinada rentabilidad. El nuevo impuesto sobre la renta regularizará esta situación con un producto mezcla de plan de pensiones y de seguro de vida.

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