El fabricante francés de automóviles Renault va a presentar una denuncia ante la Justicia por el caso de presunto espionaje relacionado con la venta de secretos industriales de su coche eléctrico, según informa la propia compañía.

La empresa señala que los tres sospechosos en este caso -altos cargos del grupo- han comparecido ante la dirección en la sede de la empresa, a las afueras de París, donde les han notificado los hechos de los que se les acusa con vistas a su eventual despido.

"Hay un tiempo para todo. Un tiempo para la empresa que ejerce sus prerrogativas en el marco del respeto más absoluto al código laboral, razón por la que todavía no podemos hacer ningún otro comentario. Y llegará el tiempo de la fase judicial", ha señalado un portavoz de la firma en un comunicado.

Según esas fuentes, Renault presentará la denuncia "y, a partir de esa fecha, los elementos de este caso serán confiados a la Justicia". Uno de los tres ejecutivos sospechosos de vender secretos industriales ha negado toda implicación en el caso y ha asegurado que se plantea demostrar que su integridad no puede ser cuestionada, al tiempo que ha mostrado su disposición a colaborar con las investigaciones que se abran.

UN PROYECTO INDUSTRIAL EN MARCHA

El grupo automovilístico francés Renault aseguró el pasado fin de semana que la "red internacional organizada" de espionaje de la que ha sido víctima no ha logrado interceptar ningún secreto crítico y ha subrayado que "no cambiará nada del programa de desarrollo de su vehículo eléctrico". La supuesta red utilizó una cuenta bancaria en Suiza y otra en Liechtenstein, con 500.000 y 130.000 euros, respectivamente. El dinero procedía de la China Power Grid Corporation, gigante de la distribución eléctrica con base en Pekín.

"Renault me acusa de hechos muy graves que niego totalmente", ha afirmado ante los periodistas Michel Balthazard, miembro del comité de dirección del grupo e imputado en el caso. Balthazard ha asegurado: "Me considero víctima de un caso que me supera", ha asegurado el ejecutivo, que ha recordado que ha pasado 30 años en la marca del rombo.

El responsable de vehículos eléctricos de la empresa del rombo, Matthieu Tenenbaum, otro de los acusados de espionaje, también negó el pasado lunes los cargos por boca de su abogado. El tercer acusado, el responsable de anteproyectos, Bertrand Rochette, también ha comparecido ante la dirección.