Renault estrenará presidente del próximo 1 de julio. Luca de Meo desembarcará en la marca del rombo con un objetivo claro: la resurrección. Y es que pese a presentar unos beneficios de 19 millones de euros, el grupo al que pertenece la compañía que preside Jean-Dominique Senard, cedió en el pasado ejercicio 141 millones de euros, un descenso del 99%. De Meo deberá pensar en cómo puede contribuir al saneamiento de la Alianza con Nissan y Mitsubishi.

Ha sido precisamente la menor contribución de Nissan la que ha llevado al grupo Renault a presentar estos catastróficos resultados.

La sombra del caso Ghosn planea sobre la marca del rombo y llevó a que la contribución anual de Nissan cayó un 4,2% mientras que la de Daimler y sus socios chinos, le acarrearon un roto de 432 millones de euros. Las matriculaciones del grupo descendieron un 3,4 %, hasta 3.753.723 vehículos.

Ante estos resultados la consejera delegada interina de Renault, Clotilde Delbos, que será sustituida por el italiano Luca de Meo, indicó que la corporación, a pesar que se enfrentó a un año «inestable», pudo contabilizar unos resultados «conformes» a sus previsiones.