El presidente de Repsol YPF, Antoni Brufau, valoró ayer el acuerdo alcanzado con el Gobierno de Bolivia y 10 petroleras para seguir su actividad en el país suramericano, porque crea un marco de "seguridad jurídica" para las inversiones de la petrolera después de que, el pasado mayo, el presidente, Evo Morales, anunciara la nacionalización de sus hidrocarburos y diera un plazo de seis meses a las empresas que operan en el país para renegociar sus contratos.

Brufau afirmó, durante una entrevista en la emisora Catalunya R dio, que el contrato "tendrá muy poco impacto" respecto a los planes que tenía Repsol. En todo caso, apuntó a que "será un impacto positivo, en el sentido de que clarifica una situación de inestabilidad del pasado y por lo tanto nos permite o nos debe permitir realizar inversiones con la seguridad jurídica necesaria y por tanto poner en valor los activos que ahora tenemos".

INVERSION MILLONARIA Entre octubre de 1997 y marzo del 2006 la petrolera española invirtió un total de 1.167 millones de dólares (918 millones de euros) y se convirtió en uno de los mayores contribuyentes fiscales del país suramericano, con 1.275 millones de dólares por concepto de impuestos directos, patentes sobre el dominio minero y regalías y participaciones.

REACCIONES El secretario de Estado de Turismo y Comercio, Pedro Mejía, afirmó ayer que los nuevos contratos firmados este fin de semana entre Repsol YPF y la empresa estatal boliviana Yacimientos Petroleros Fiscales Bolivianos (YPFB) "despeja incertidumbres" y permite afrontar el futuro con mayor optimismo.

Igualmente, la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, aprovechó el acuerdo entre las petroleras y el Gobierno boliviano para criticar al PP por reclamar al Ejecutivo español que diese "un puñetazo encima de la mesa" tras la nacionalización, en mayo.