Repsol ha reducido a la mitad su producción en Libia y trabaja para traer a los empleados que aún siguen en la zona, afirmó hoy el presidente de la petrolera, Antonio Brufau, en la presentación de resultados de 2010, ejercicio en el que triplicó su beneficio gracias a la entrada de Sinopec. En una rueda de prensa marcada por el impacto del conflicto libio en la actividad de la petrolera, Brufau explicó que su producción total en el país africano -donde trabaja junto a la austríaca OMV y la compañía Nacional del Petróleo Libia (NOC)-, ha pasado de 360.000 barriles diarios a 160.000, después de anunciar hace dos días que había suspendido las operaciones. De esta cantidad, a la petrolera le corresponden alrededor de 30.000 barriles. Brufau, que evitó opinar sobre el líder libio Muamar el Gadafi "por respeto", señaló que la prioridad ahora es la situación de los ciudadanos de Libia y la seguridad de sus trabajadores. Repsol, que ya ha traído desde Libia a parte de su plantilla, espera poder evacuar a los que aún quedan allí -en los campos de exploración- "más pronto que tarde" y por cualquier medio: "si hace falta, en bicicleta". El presidente de Repsol valoró en 650 millones de dólares la inversión de sus activos en Libia, donde la producción anual de la petrolera es de 14 millones de barriles. El directivo añadió que se han parado unos pozos y se sigue produciendo en otros y que, por el momento, no hay "salvajismo" ni intervención en los campos. "Ahora pensamos en términos sociales y sociopolíticos. Ya tocará pensar en términos económicos", apuntó Brufau, quién descartó pedir algún tipo de indemnización al Estado libio y destacó la colaboración con el Ministerio de Exteriores.