En plena transición energética, el futuro de las compañías petroleras pasa por ser cada vez un poco más eléctricas. Repsol supo leer este cambio con la compra de activos de Viesgo que se hizo efectiva en noviembre del año pasado. Y un año y un mes después ya suma un millón de clientes de electricidad y gas.

En concreto, la cartera de clientes de Repsol Electricidad y Gas, filial de la compañía que se dedica a la generación y comercialización, creció un 33% respecto a los 750.000 que heredó de Viesgo. Madrid y Barcelona son las provincias que mayor número de clientes han sumado en este tiempo, 50.000 y 22.000, respectivamente.

El objetivo de la petrolera, establecido en su estrategia a 2020, es realizar inversiones en el negocio de bajas emisiones de 2.500 millones de euros para alcanzar los 2,5 millones de clientes minoristas de electricidad y gas en España a 2025, lo que supondría una cuota de mercado superior al 5%. En España hay alrededor de 29 millones de consumidores de electricidad y 7,8 millones de gas.

Tanto el mercado eléctrico como de gas natural está dominado por energéticas tradicionales como Endesa, Iberdrola o Naturgy, pero cada vez más actores están haciéndose con un trozo del pastel, como son las eléctricas independientes y ahora también petroleras, como Repsol, que apuestan por un negocio en el que se prevé mucho movimiento en los próximos años con la transición hacia tecnologías menos contaminantes.

GENERACIÓN

En estos trece meses, Repsol se ha consolidado también en la generación de electricidad baja en carbono, con una capacidad total instalada de 2.952 megavatios y una cartera de proyectos de 2.600 megavatios adicionales.

En total, la compañía tiene cinco proyectos renovables en marcha: el eólico Delta, ubicado entre las provincias de Zaragoza y Teruel con 89 turbinas y 335 megavatios que prevé poner en funcionamiento a finales de 2020; el también eólico PI, entre Palencia y Valladolid, que tendrá una capacidad total instalada de 255 megavatios; un parque fotovoltaico en Cádiz (Sigma), de 204 megavatios; el proyecto fotovoltaico de Valdesolar (Badajoz), con 264 megavatios; y el eólico flotante Windfloat, en la costa norte de Portugal, que dispondrá de una capacidad instalada de 25 megavatios y en el que también participan EDP, Engie y Principal Power.

Además, el consejo de administración ha aprobado nuevas inversiones para incorporar y construir nuevos proyectos solares y eólicos por un total de 1.600 megavatios. Con estos proyectos la cartera de generación baja en carbono alcanza los 5.600 megavatios.