¿Cuanto costará rescatar las autopistas quebradas? En realidad esta es la pregunta que requiere respuesta en torno a la teórica negociación con los tenedores de la deuda de esas vías de peaje que se encuentran en proceso concursal o liquidación por la pésima previsión de tráfico y el coste ingente de las expropiaciones de los terrenos pavimentados. Las nueve autopistas en concurso de acreedores (R-2 Madrid-Guadalajara, R-3 Madrid-Arganda, R-4 Madrid-Ocaña, R-5 Madrid-Navalcarnero, AP-41 Madrid-Toledo, AP-36 Ocaña-La Roda, M-12 Eje Aeropuerto Barajas, AP-7 Cartagena-Vera y AP-7 Circunvalación de Alicante) suman una deuda conjunta próxima a los 5.500 millones.

De este importe, la deuda bancaria alcanzaba hasta hace escasos meses los 3.768 millones, que se habría rebajado con las ventas en el mercado secundario por parte de algunas entidades extranjeras y también de varios bancos españoles (CaixaBank, Sabadell,Popular e Ibercaja) a los fondos TCI y Taconic, principalmente, y a otros fondos que, en menor cuantía, también se han aprovechando de los precios de derribo que impuso la parálisis en las negociaciones con el Gobierno. Solo las tres primeras entidades financieras mencionadas ha vendido un volumen de deuda de 720 millones de euros. Sin contar las ventas por parte de los bancos extranjeros, que ha reducido el protagonismo de las entidades financieras como primer grupo acreedor.

En resumen que quedan pocos bancos con los que negociar, pues ya no tienen la mayoría de la deuda. Bankia (470 millones), Santander (327) y BBVA (275) mantienen sus créditos, pero el mayor importe corresponde a los fondos de inversión mencionados para los que, en principio, resulta más rentable esperar a que el Estado tengan que cumplir con la Responsabilidad Patrimonial de la Administración Pública (RPA) asociada a estas concesiones en julio del 2017. Según algunos cálculos no oficiales, tendrán que desembolsar un máximo de 3.344 millones por el rescate. Fuentes gubernamentales aseguraron en su momento que a esta cifra, en todo caso, habría que descontarle las amortizaciones y las expropiaciones, aunque no está claro si de forma lineal o en función del tráfico. Además, se tendrá que aplicar autopista por autopista, con lo que será un goteo en la medida en que los acreedores la reclamen y los tribunales resuelvan.

BAILE DE CIFRAS

Según la patronal de las empresas de la construcción Seopan, que ha ejercido de portavoz de las concesionarias durante este proceso, el rescate podría superar los 5.500 millones de euros, una cifra, que el actual ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, considera incorrecta, aunque piensa que será mayor a la que se deriva de la RPA. De la Serna, no obstante ha matizado: "Sería muy inferior en cualquier caso de lo que le hubiera costado al Estado hacer estas autopistas para que hubieran estado en funcionamiento este tiempo".

Aunque la situación no es nueva, ha provocado una tormenta política. Los principales grupos de la oposición, el PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos, han coincidido en exigir este martes que se depuren responsabilidades por la asunción de nueve autopistas en quiebra por parte del Estado debido a la "mala gestión y planificación" de los gobiernos anteriores del PP. Así lo han señalado indistintamente los portavoces de los grupos parlamentarios de la oposición en las ruedas de prensa posteriores a la reunión de la Junta de Portavoces. La portavoz del Govern de la Generalitat, Neus Munté, se ha añadido a las críticas: "Es un despropósito, con el dinero de todos rescate de según qué pifias. Me refiero al Castor. Un pago también millonario que sin comerlo ni beberlo hemos de pagar todos. Es el mismo caso. Sufrimos para poder pagar nuestras propias infraestructuras con peajes a la sombra", informa Fidel Masreal.