El cartel de "funcionando con normalidad" se colgó ayer en las sedes del Northern Rock. El mensaje de tranquilidad no impidió que se desatara una viva polémica a la que el Gobierno respondió: a pesar de que la entidad esté en un "periodo temporal de propiedad pública", la dirección es independiente y operará bajo un perfil comercial.

El primer ministro, Gordon Brown, acompañado del titular de Economía, Alistair Darling, justificó la decisión de nacionalizar el banco en que esa era la mejor defensa de los contribuyentes. Hoy, el Ejecutivo aprobará un cambio legislativo urgente que dé cobertura jurídica a la intervención del grupo financiero. Entre los 32.000 millones que el Banco de Inglaterra inyectó al Northern y los créditos y garantías a otros prestamistas, los contribuyentes británicos subvencionan al banco con 73.000 millones de euros.

El anuncio de la nacionalización temporal puso en pie de guerra al Partido Conservador inglés y a grupos de accionistas, poco convencidos por la garantía de que recibirán una compensación basada en una evaluación independiente. Ayer amenazaron con tomar medidas legales. El portavoz del bufete de abogados Edwin Coe, que representa a 6.000 accionistas, admitió su preferencia por una solución negociada. Pero se prevé que el fondo de inversiones de alto riesgo SRM (propietario del 11%) se unirá a otros grandes accionistas (RAB Capital y Legal & General) para defenderse.

El jefe de la oposición, David Cameron, pidió la dimisión del ministro de Economía por "no tener credibilidad". El Gobierno de Brown recibió críticas por su tardanza en adoptar una iniciativa que acepta el propio Partido Liberal Demócrata. Brown reconoció que hubiera sido "más fácil" nacionalizar el Northern Rock cuando la institución entró en dificultades.

ESTRATEGIA Ron Sandler, el nuevo encargado de dirigir el banco y cuya gestión frente a la aseguradora Lloyd´s le ha valido una reputación de experto en resolver problemas, también compareció ante los medios. Explicó que todavía no ha definido la estrategia a seguir, y que era demasiado pronto para pronunciarse sobre una reducción de la plantilla del banco, que algunos expertos vaticinan que podría quedar reducida a la mitad. También advirtió de que se tardarán años en devolver las ayudas del Gobierno.

En España, la Asociación Española de Banca consideró que el rescate del Northern Rock por parte del Gobierno británico son "discriminatorias" respecto al resto de entidades.