L a Reserva Federal (Fed) ha aprobado la mayor revisión de su política monetaria desde el 2012, un cambio que está llamado a prolongar la era de los tipos de interés muy bajos con el objetivo de fomentar el empleo y estimular la economía. Los cambios anunciados ayer por su presidente, Jerome Powell, buscan flexibilizar el objetivo de inflación del 2% y adaptarse a la realidad de los últimos años, en que los precios no han llegado nunca a dispararse a pesar del pleno empleo alcanzado por Estados Unidos antes de que comenzara la pandemia.

Con los nuevos parámetros, el banco central se abstendrá de encarecer el precio del dinero de forma preventiva cuando la inflación supere el 2% para actuar solo cuando haya pruebas sostenidas en el tiempo de que el nivel de los precios ha superado los máximos deseados

La situación de pleno empleo tampoco será, a partir de ahora, un indicador para subir los tipos de interés en EEUU.

La revisión adoptada por unanimidad por los 17 banqueros al frente del órgano de decisión de la Fed llevaba cocinándose desde el año pasado, pero ha acabado adoptándose en un momento crítico para la economía, sumida en una profunda recesión por el parón forzoso que generó en el segundo trimestre del año la epidemia de coronavirus. Las bolsas estadounidenses acogieron con subidas el giro estratégico de la política monetaria.

En la zona euro, el Banco Central Europeo (BCE) trabaja en la misma dirección, con el objetivo de dotar de mayor flexibilidad al objetivo de inflación del 2% y dar cabida a periodos por encima de esta tasa sin tener que endurecer necesariamente la política monetaria. «Los riesgos a la baja para el empleo y la inflación se han incrementado», afirmó Powell durante su intervención en el Simposio de Jackson Hole, la reunión que cada verano celebran los banqueros centrales de todo el mundo en las montañas de Wyoming y que este año se ha celebrado por primera vez de forma íntegramente virtual.

La nueva política de la Fed para tolerar mayores niveles de inflación de los aceptados hasta ahora sugiere que los tipos de interés se mantendrán cercanos al cero durante mucho tiempo, un respiro para los hogares y las empresas, que verán cómo sus préstamos o hipotecas se mantienen en niveles históricamente bajos. H