Las bolsas europeas tuvieron una sesión bajista, lastradas por la mala evolución del sector financiero y la toma de beneficios. La cercanía de resistencias de altura --los 1.000 puntos en el S&P 500 o los 11.000 puntos en el Ibex 35-- hicieron reconsiderar a los inversores si el rally no ha llegado demasiado lejos. Los datos macroeconómicos de la jornada no dieron mucho de sí y tampoco el volumen de contratación fue elevado. Así, el Ibex 35 terminó en los 10.876,8 puntos, el 0,22% a la baja.

La nota negativa fueron los resultados de la entidad financiera suiza UBS (-6,7%), tras publicar su tercer trimestre de pérdidas, lo que unido al anuncio del británico Standard Chartered (-7,38%) de que ampliará capital, empujaron a la baja los títulos financieros. No se llegaron a tener en cuenta los buenos resultados del francés BNP Paribas. Fuera de la banca, BMW (-1,87%) cayó tras anunciar unas ventas muy flojas en el segundo trimestre.

Las ganancias hicieron acto de presencia en Wall Street poco antes del cierre europeo tras una apertura en negativo, después de que las preventas de viviendas en EEUU subiesen el 3,6% en junio, frente a una estimación del 0,7%. Mientras que el gasto personal se movió en línea con las previsiones (0,4%), los ingresos personales registraron su mayor caída en cuatro años (1,3%). Aun así, los datos sirvieron para que los parquets europeos moderaran la caída.

En España, la evolución del paro de julio no cotizó al alza y tampoco contribuyó especialmente que Citi mejorara el precio objetivo de Cintra (-2,23%) y que Goldman Sachs hiciera lo propio con el de Telefónica (-0,17%). Ante la evidencia de que las referencias del día no iban a contribuir a superar las resistencias, las ventas se impusieron. Sobre todo en el sector bancario, en el que Bankinter cedió el 2,1%; el BBVA, el 1%; y el Santander, el 0,4%. En el sector energético se produjeron los mayores ascensos: Gas Natural subió el 1,5% e Iberdrola mejoró el 0,4%.