El ya exvicepresidente económico del Gobierno, Rodrigo Rato, es desde ayer el favorito para ocupar la dirección del Fondo Monetario Internacional (FMI), después de que su único rival, el francés Jean Lemierre, fuera reelegido al frente del Banco Europeo para la Reconstrucción y Desarrollo (BERD).

La designación de Lemierre fue decidida por unanimidad en la asamblea anual del consejo de gobernadores del BERD, reunido en Londres. El nombramiento confirmó de forma implícita el adiós del francés al FMI. "Me siento muy orgulloso de estar aquí cuatro años más", declaró Lemierre, dando a entender que se quedaba donde estaba.

Los ministros de Finanzas de la UE acordaron a principios de mes que el sucesor de Horst Koehler como director del FMI sería Rato o Lemierre. Rato tenía el apoyo de los países de América Latina, algunos estados europeos, como Austria, Luxemburgo y Bélgica y con el visto bueno de Reino Unido. Lemierre tenía el respaldo de Francia y Alemania, pero ambos países se han alineado ahora detrás de Rato.

La felicitación excesivamente ostentosa a Lemierre del ministro de Finanzas galo, Nicholas Sarkozy, por su ratificación en el BERD, mostró el cambio de posición de París. "Francia está convencida de que Lemierre sabrá afrontar los desafíos que aguardan al BERD", decía el comunicado de Sarkozy, quien ayer habló por teléfono con Rato del FMI. "Sarkozy ha pedido a Rato que tenga en cuenta los objetivos de Francia en su programa para la dirección del FMI", dijeron fuentes del ministerio galo.

A partir de ahí, las cartas están echadas. El candidato de la UE "será Rato, porque tiene el apoyo británico y es aceptado por los americanos", dijo una fuente europea, que prefirió el anonimato, a France Press.