La propuesta para corregir las rigideces del pacto de estabilidad encalló ayer en el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) a causa de la actitud de los países que no participan en el euro. La negativa de Gran Bretaña, Dinamarca y de varios países del Este a aceptar la fórmula de compromiso, sobre la que los ministros de la zona euro habían alcanzado casi un acuerdo, levantó el espectro de una crisis política interna en la Unión.

"No descarto que no haya reforma" a pesar de que "el pacto funciona mal", anunció el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, tras presidir la reunión. "Los numerosos consensos alcanzados durante la reunión del Eurogrupo no han podido penetrar en la atmósfera del Consejo de Ministros de Economía" a 25, lamentó Juncker. Los ministros de la zona euro, tras más de nueve horas de discusión, habían dejado la reforma "muy cerca de un acuerdo", dijo Juncker.