La riqueza financiera de las familias, que se mide por la diferencia entre sus ahorros y sus deudas, se situó a cierre de junio en 1,572 billones de euros, un 5,2 % más que un año antes, según los datos publicados ayer por el Banco de España. La mayor parte de los activos financieros de los hogares está en efectivo y depósitos (39% del total), seguido de participaciones en capital (27%), seguros y fondos de pensiones (16%) y participaciones en fondos de inversión (14%).

Destaca un crecimiento de 31.921 millones de euros en depósitos entre finales del 2018 y el segundo trimestre del 2019, pese a la escasa rentabilidad de los depósitos, cuando esa cifra disminuyó entre el 2016 y el 2017, por el bajo nivel de los tipos de interés y de las remuneraciones bancarias.

Por contra, aumentó la participación de las familias en otros productos financieros. Las participaciones en capital y en fondos de inversión, en general, pasaron de los 900.375 millones de euros del último trimestre del 2018 a 958.588 millones del segundo trimestre de este año.