El Royal Bank of Scotland (RBS) ha anunciado hoy el despido de 2.600 trabajadores en el Reino Unido, todos ellos pertenecientes a los departamentos de seguros y de banca minorista.

El banco, cuyas acciones pertenecen en un 83% al Estado desde la crisis financiera del 2008, ha informado de que se suprimirán 2.000 empleos de la división de seguros, que incluye a las empresas Direct Line, Green Flag, Churchill y Privilege. Los otros 600 empleos se eliminarán de las sedes centrales de la división minorista, incluidas las de Londres y Edimburgo (Escocia).

El ajuste del RBS responde a las presiones que recibe a la Comisión Europea para que venda 318 sucursales además de sus actividades de seguros para evitar los problemes de concurrencia de intereses que podrían resultar de la participación del Estado británico en su gestión.

La entidad ha admitido en un comunicado que el ajuste laboral es "la parte más difícil" del proceso para reconstruir el banco y ha asegurado que hace "todo lo posible" para mantener a su plantilla y para que la cifra de despidos sea "la mínima posible".