El Royal Mail, el servicio de correos británico controlado por el Estado, anunció ayer que llevará a cabo la supresión de 3.000 empleos desde ahora hasta marzo del 2004.

La reducción de empleo se realizará principalmente mediante bajas voluntarias de trabajadores, según precisó un portavoz de la compañía pública. "Es poco probable --apuntó la misma fuente-- que se produzcan despidos directos".

El correo británico se halla inmerso en un severo programa de reestructuración después de haber registrado durante el 2001 y el 2002 las mayores pérdidas de su historia, que superaron los 1.430 millones de euros (casi un cuarto de billón de pesetas).