El aumento de la inflación en Francia y Alemania por mantener un déficit público elevado es la primera consecuencia que los analistas económicos subrayaron ayer como una amenaza para la estabilidad de los tipos de interés en la zona euro.

La tasa de inflación de los 12 países del euro fue en octubre del 2%, justo en el límite fijado por el Banco Central Europeo (BCE) para el 2003. Tras la ruptura del consenso europeo sobre el rigor presupuestario de los países, algunos analistas vaticinan una pérdida de credibilidad del euro, que otros países relajen el control de su déficit y, por tanto, que aumenten los precios.

El BCE ya advirtió el martes de los "graves peligros" que conlleva suspender las sanciones a Alemania y Francia, y reiteró que seguirá fiel al objetivo de "mantener la estabilidad de precios". Esa declaración fue interpretada por los analistas como el indicio de que al BCE no le temblará la mano para subir el precio del dinero por encima del 2% actual.

Nikos Garganas, gobernador del Banco de Grecia y miembro de la dirección del BCE, aseguró que una de las primeras consecuencias será "un incremento de los tipos y un debilitamiento del euro".

Desde España, el vicepresidente económico, Rodrigo Rato, prefirió no pronosticar un aumento de los tipos de interés, pero advirtió: "Es indudable que existe una relación entre los déficits públicos, los tipos de interés y la política monetaria, aunque no sea el único elemento que pueda afectar a esta cuestión".

El secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, fue menos prudente. Si no hay una "reconducción rápida", dijo, los tipos repuntarán.