Caos en los aeropuertos de Gran Canaria, Tenerife y Lanzarote a costa de Ryanair. La compañía procedió ayer al desmantelamiento de sus bases en Canarias, lo que supone dejar a alrededor de 300 empleados sin trabajo, aunque hasta última hora del día no envió las cartas de despido. Ni a ellos ni a los 12 tripulantes de Gerona que fueron incluidos en el despido colectivo, según el sindicato USO.

«Hay una situación de gran incertidumbre», explicó un piloto de la compañía a media mañana. «Es tan frustrante», se lamentó una tripulante de cabina. La compañía había empezado a retirar la decena de aviones que tenía en las islas tras advertir un día antes a los trabajadores, vía Intranet, de que procedería al cierre anunciado de las bases, pero sin comunicado oficial.

Ryanair envió un ‘Memorandum’ el martes encomendando a los empleados a la entrega del equipo y de los uniformes antes de las 5 de la tarde de ayer bajo la amenaza de que si no lo hacían «el coste sería recuperado con su finiquito». Sin embargo, los trabajadores no recibieron la notificación del despido --con fecha 8 de enero-- hasta las últimas horas de la tarde.

El documento incluye la cuantía del salario correspondiente a los 15 días de preaviso a contar desde este 8 de enero, pues la empresa tenía la obligación de notificar el despido 15 días antes. Así como la confirmación de que el finiquito se les entregará el día 28 de enero de 2020 debido a la «necesidad de realizar determinados cálculos a final de mes cuando tanto los salarios fijos como variables son calculados por la gestoría», según dice la notificación.

Además, en el documento Ryanair «anima» a los trabajadores que quieran «encontrar un nuevo empleo» a acceder al plan de recolocación con la agencia Lee Hecht Harrison enviando sus datos antes del 17 de enero.