La vicepresidenta económica española, Elena Salgado, ha explicado hoy, tras la cena de trabajo con la que se ha inaugurado la cumbre del G-20 en Seúl, que los países participantes han mostrado su "preocupación" por la situación del sistema financiero irlandés, sin embargo ha asegurado que la volatilidad de los mercados que ha provocado Irlanda está afectando "en muchísimo menor grado" a España que a la propia Irlanda o a Portugal.

España, ha apuntado la vicepresidenta, tiene que pagar por su deuda de 30 a 40 puntos básicos más que Italia, pero se encuentra a más de 250 puntos respecto a Portugal y a más de 350 en relación con Irlanda. "La dimensión de estas cifras habla por sí sola; Italia y España estamos también sufriendo los efectos de esta volatilidad de los mercados, pero evidentemente en muchísimo menor grado que Irlanda y Portugal", ha insistido antes de garantizar que no hay "ningún riesgo" para la colocación de la deuda española.

Según ha destacado, en estos momentos la deuda registra su mejor coste en términos históricos tras el mínimo que se alcanzó en el 2009; la rentabilidad ha subido muy poco y se mantiene "mucho mejor" que hace años.

SUPERVISADOS POR EL FMI

Salgado ha insistido en atribuir a Irlanda la actual inestabilidad de los mercados, país que ha visto cómo su déficit se dispara un 30%, pero ha reconocido que en esta inestabilidad también ha influido la inquietud que genera la propuesta alemana de que el sector privado participe en el mecanismo de rescate permanente que diseñará la UE para los países en crisis.

La titular de Economía, que acompaña al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, en esta cumbre también ha asegurado que España someterá su política económica a la supervisión del Fondo Monetario Internacional como el resto de miembros del G-20 y ha considerado "razonable" que los principales bancos españoles sean vigilados como entidades sistémicas.

CHARLA DE CINCO MINUTOS

Por otra parte, Zapatero ha mantenido un breve encuentro con el presidente de EEUU, Barack Obama, antes de comenzar la cumbre, según ha explicado Salgado. Ambos dirigentes se han saludado al inicio de la cena de trabajo y durante cinco minutos han conversado sobre la situación económica internacional y sobre las recientes elecciones legislativas en EEUU, que supusieron un revés para los demócratas, y las repercusiones que estos resultados tendrán para la política del jefe de la Casa Blanca.

A la breve charla también se ha incorporado el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, quien ha viajado a Seúl acompañado de su sucesora en el cargo, Dilma Rousseff. Obama y Zapatero han destacado el importante papel que ha desempeñado Lula en América Latina, en el contexto internacional y a la hora de situar a Brasil como una de las grandes potencias emergentes, según ha contado Salgado.