Los dos principales representantes económicos del Gobierno español, la vicepresidenta Elena Salgado y el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, intentaron una ofensiva para convencer personalmente ayer en Londres a los analistas internacionales y a los grandes medios de la solvencia del país y de la calidad de sus emisiones de deuda. Incluso mostraron disposición a realizar ajustes adicionales si el producto interior bruto español no pasa en breve a la fase de crecimiento.

En el centro financiero europeo, Campa afirmó que la City de Londres "siempre ha estado tranquila" respecto a la economía española. "Estas conversaciones, sobre todo en el terreno de la inversión, sirven para tener mejor información y generan una percepción de mejor conocimiento de la situación", dijo el secretario de Estado mientras expresaba su deseo de que el encuentro con los inversores consolide ese sentimiento.

CITAS AL MAXIMO NIVEL Mientras Salgado se reunía con directivos y periodistas del rotativo Financial Times --que sostenía en los últimos días posturas muy críticas con la política económica del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero--, Campa intervino ante inversores y banqueros en un almuerzo organizado por Barclays, Citi y Santander. Allí, junto a la directora general del Tesoro, Soledad Núñez, defendió la estrategia económica del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, las reformas aplicadas para salir de la crisis, así como la alta rentabilidad de los bonos españoles. "Podemos bajar el déficit del 11% al 3%, lo hemos hecho en otras ocasiones", insistió Campa para transmitir confianza a los analistas.

La reunión ha cobrado especial repercusión por las dudas surgidas en los últimos días en los mercados internacionales sobre la solvencia financiera de España y sobre la voluntad del Gobierno español de emprender reformas de calado. Campa restó importancia a la urgencia de ese viaje y explicó que la cita "estaba planificada desde hacía meses". "Se hace todos los años al anunciar la estrategia de la deuda para el año --puntualizó--, y este año no iba a ser diferente".

Al ser preguntado por la acogida de los inversores de la City a la delegación española, Campa la juzgó de "muy agradecida". "Nuestro trabajo --añadió-- es explicar la racionalidad subyacente del comportamiento de la economía y de la situación de las cuentas públicas". Con esos datos, dijo, los inversores pueden realizar sus planificaciones de compra de deuda a medio plazo, "que es lo importante".

Al contrario de lo que dijo ayer mismo el presidente de la agencia de calificación Ficht, el secretario de Estado rechazó la comparación de la situación española con los problemas financieros que atraviesa Grecia.