La ministra de Economía Elena Salgado asegura que lo peor de la crisis económica ha pasado pero reconoce que aún quedan por pasar "momentos difíciles" y que habrá que saber afrontar retos exigentes. Aunque insiste que el Gobierno está avanzando en la dirección adecuada, con las exportaciones y los sectores innovadores como candidatos a protagonizar el crecimiento del futuro, la vicepresidenta segunda del Gobierno reitera que la recuperación en nuestro país no será "ni fácil ni rápida". En el camino no descarta alguna recaída. La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, aseguró hoy que el proceso de recuperación económica no será "ni fácil ni rápido", aunque el Gobierno está avanzando en la dirección adecuada. Durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Senado, Salgado reiteró que el deterioro económico ha empezado a perder fuerza, por lo que se espera una evolución menos negativa del PIB en los próximos trimestres, que permitirá que las tasas intertrimestrales vuelvan a ser positivas a lo largo de 2010. Sin embargo, la tasa interanual, que presenta mayor inercia, puede ofrecer un valor medio "ligeramente negativo", del 0,3% según el Gobierno, ocultando así un perfil trimestral "más prometedor" en la tasa intertrimestral.

Por ello la ministra considera que tanto en la economía mundial como la española la peor fase de la crisis "ha pasado ya" en términos de incertidumbre y de intensidad del deterioro económico, aunque reconoce que quedan por delante "momentos difíciles" y habrá que afrontar "retos exigentes". En concreto, aseguró que el reto en la economía española es doble, ya que lo más inmediato es mitigar el fuerte impacto de la crisis, tarea que hay que simultanear con el trabajo para ampliar la capacidad de crecimiento de España a largo plazo, lo que pasa por asegurar la sostenibilidad del modelo productivo. Según Salgado, la economía española está mostrando un comportamiento similar a la de los países del entorno en crecimiento e inflación, ya que, tras un cuarto trimestre "muy difícil", los datos de actividad económica durante el primer trimestre de 2009 confirmaron la profundización de la crisis aunque, desde entonces, los indicadores han comenzado a ser "más alentadores".

En este sentido, recordó que en el segundo trimestre la caída de la actividad se moderó y que, desde entonces, han ido surgiendo otros indicadores que apuntan en esa misma dirección, como las perspectivas económicas mundiales, la corrección del déficit exterior o los indicadores de confianza, que ponen las bases para una próxima recuperación del consumo privado y la inversión. Asimismo, destacó la caída del Euríbor proporcionando un gran alivio para las familias endeudadas, mientras que la mejora de las condiciones financieras permite a los Gobiernos una "progresiva normalización" de los mercados de deuda pública. De la misma manera, Salgado aseguró que se están poniendo de manifiesto los primeros síntomas de estabilización de la construcción residencial, al tiempo que el paro y las afiliaciones a la Seguridad Social vienen mostrando un comportamiento "menos negativo", tendencia que se mantendrá en 2010, ya que la caída del empleo será menor que este año.

EL "PAPEL ACTIVO" DEL GOBIERNO

La vicepresidenta económica aseguró que el Gobierno ha adoptado "un papel activo" para afrontar y superar la crisis, aplicando una política fiscal expansiva, iniciativas para reforzar la cobertura social a los desempleados y medidas financieras que proporcionan un estímulo a la economía, "muy necesario" ante la debilidad de la inversión y el consumo privado. Aún así, resaltó la importancia de no olvidar los objetivos a largo plazo, ya que es necesario fortalecer la competitividad de la economía y aumentar su capacidad de adaptación a un entorno cambiante, para lo que hay que impulsar un cambio profundo en el modelo productivo.

Para lograrlo, apostó por mejorar la eficiencia de los mercados, reactivar el diálogo social para impulsar medidas laborales, impulsar la Ley de Economía Sostenible y la necesidad de asegurar la sostenibilidad de las cuentas públicas, ya que el estímulo fiscal alcanzó su mayor intensidad en 2009. En este sentido, consideró "conveniente" realizar un esfuerzo para mantener la presión fiscal en un nivel más cercano a los parámetros europeos, lo que ha motivado la subida fiscal del Ejecutivo, que ha pedido a los ciudadanos un "esfuerzo adicional" a pesar de las dificultades, porque se necesita este esfuerzo colectivo para poder hacer frente a las medidas para salir de la crisis. "Nuestro objetivo principal, como no puede ser otro, es conseguir que la economía vuelva a generar empleo y que nuestro Estado de Bienestar salga fortalecido de esta crisis", concluyó.