El Ejecutivo va a imponer un requisito del 10% a las cajas que no se transformen en bancos, un 25% más del 8% que pide al resto. La vicepresidenta Elena Salgado ha comunicado la medida a Isidre Fainé, presidente de la patronal de las cajas (CECA) y de La Caixa, y a Miguel Martín, su homólogo en la asociación de los bancos (AEB).

En sendas cartas, apunta que el capital "principal" (el de más calidad y con más capacidad para absorber pérdidas, hasta ahora conocido como core capital ) tendrá que ser del 10% en aquellas entidades que no coticen en bolsa o cuenten con una presencia en su capital de al menos el 20% de inversores privados". La medida obliga a la práctica totalidad de las entidades de ahorro a bancarizarse.