Como en la película de los 70 que le valió su segundo Oscar a Jack Lemon, la cuestión es si Salvar al tigre. Si entonces era una empresario en plena crisis existencial, ahora la cuestión es más prosaica, pero también con muchas más consecuencias: salvar o no al tigre celta.

La agencia Reuters despertó ayer todas las alarmas al hacerse eco de los crecientes rumores de que Irlanda podría estar negociando ya con las autoridades europeas acogerse al mecanismo de rescate. Citó a fuentes de Bruselas, pero la información fue inmediata y rotundamente desmentida por el Gobierno irlandés y el Fondo Monetario Internacional.

El Ejecutivo de Dublín fue más lejos y defendió que no necesita la ayuda "en modo alguno". Muy parecido a lo que decía Grecia antes de su crisis, destacan algunos. Sí, pero con una diferencia sustancial. Irlanda no necesita emitir deuda hasta junio y tiene un colchón de liquidez de unos 18.000 millones de euros, lo que le da margen para soportar el vendaval al no tener que acudir al mercado a los precios actuales.

Así las cosas, cobra gran importancia la negociación del plan de austeridad para el periodo 2011-2014, que el Parlamento irlandés debate el próximo 7 de diciembre y que incluye un recorte del gasto de 15.000 millones. Barclays estima que, si el Ejecutivo lo saca adelante, la prima de riesgo del país caería unos sustanciales 250 puntos básicos desde los 647 puntos actuales.

Habrá que ver, porque otros analistas estiman que el recorte del gasto es insuficiente, habida cuenta de la quiebra virtual de todo el sistema financiero del país. Pero, por el momento, ha sentado bien el comunicado conjunto de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España aclarando que los acreedores solo tendrán que cobrar menos en los rescates posteriores al 2013.

Las primas de riesgo, incluida la del bono español, se relajaron algo. Y ello, sumado a que el Ibex 35 ha caído más que el resto y que los valores están baratos, permitió al selectivo apuntarse ayer un alza del 0,76%, hasta los 10.226,8 puntos. Menos mal, porque llegó a perder los 9.900, que de confirmarse hubiera supuesto entrar en una sima de fondo desconocido.