Los bancos han sido tradicionalmente instituciones discretas. Pero las presiones del mercado para que aumenten las carteras y, de paso, engorden las cuentas de resultados, han obligado a cambiar de estrategia. Y el método elegido, al margen de desparapetar oficinas, competir en comisiones y promocionar hipotecas como artículos de consumo, va a ser figurar junto a los ídolos de masas: los coches y el fútbol.

Este fin de semana, muchos campos de primera y segunda división se van a llenar de directivos del BBVA. El banco, que celebra estos días su 150º aniversario, ha hecho que sus máximos dirigentes hagan el saque de honor en la mayoría de estadios, aprovechando que patrocinan la Liga de Fútbol Profesional. Todos seguirán el ejemplo de su presidente, Francisco González, que dio ayer el primer toque al balón en el Bar§a-Real Madrid, con traje y corbata. Previamente, González participó en la comida entre ambos clubes.

Y si la entidad vasca daba aliento a la gran rivalidad de la Liga española, en Santander Emilio Botín se traía a Fernando Alonso para que lo vieran sus chicos. Los 1.300 empleados de 22 países, que asistían a la reunión convocada por su presidente en sábado por la mañana, y algunos de sus hijos, pudieron hacerse la foto con el campeón para recordar que van a invertir en las futuras hazañas de McLaren como parte del relanzamiento mundial de la marca, al que van a destinar 40 millones de euros.

Por ello, lejos de los concursos de piano que promociona su esposa, Paloma O´Shea, Botín montó un circuito urbano para que sus empleados pudieran hacer la ola, vestidos de gris, al dos veces campeón del mundo mientras se paseaba en un Mercedes descapotable a modo de papamóvil veloz. Pero los empleados quedaron en minoría porque miles de aficionados se acercaron al circuito para disfrutar durante 20 minutos del espectáculo de velocidad. El sagaz banquero se llevó un mono de Alonso, que el bicampeón presentó como un amuleto de la suerte para ganar siempre.

El acercamiento de la banca al deporte no es nuevo. Ahí están los patrocinios de baloncesto y fútbol, además de experiencias como el Banco del Deporte, que impulsó Banesto. Pero sí la presencia de sus directivos. Y hasta la entidad que dirige Ana Patricia Botín quiere estar en liza. Y, si no en el campo, al menos virtualmente, porque han firmado un acuerdo para vender la Playstation 3 con el juego de Fórmula 1 (el otro gran deporte nacional) con el banco, que abrirá a medianoche el día del lanzamiento. Lástima que no triunfen los toros. Igual se vería a algún banquero con traje de luces.