El Santander rompió las hostilidades a finales de marzo con un depósito al 4%, muy por encima del precio actual del dinero. Muchas entidades se apuntaron a la guerra por el pasivo, pero otras, como el BBVA, declinaron hacerlo. Su argumento, y el de otros agentes del mercado, fue que no tenían necesidad de financiarse a precios tan altos. El banco cántabro contestó ayer a la puya. "A ver si nos enteramos, es para robar clientes", dijo Alfredo Saénz, consejero delegado del grupo.

El ejecutivo esgrimió que el banco tiene una "sólida" posición de liquidez. Así, dijo, ha captado 45.100 millones de euros entre depósitos (30.100) y emisiones mayoristas (15.000) hasta marzo, frente a unos vencimientos de deuda para este año de 29.400 millones. El banco quiere aprovechar la "debilidad" del sector para "acelerar" la captación de recursos de calidad.