El Banco Santander cerrará el 2005 con beneficios de 5.000 millones de euros (831.930 millones de pesetas), un resultado récord en la historia del banco. Emilio Botín, presidente de la entidad, explicó ayer a los accionistas reunidos en la capital cántabra, que el banco "no necesita compras para tener garantizado el crecimiento de nuestros beneficios en los próximos años". El presidente del Santander avisó, a sus 71 años, de que hay Botín para rato. "No me retiro mientras tenga el apoyo de mis accionistas", respondió pletórico a uno de los asistentes.

Las cifras avanzadas ayer suponen un incremento del 38,6% con respecto a los resultados del 2004, una vez aplicadas las nuevas normas contables, que le permiten aumentar sus resultados en 470 millones, hasta los 3.606 millones, como consecuencia, entre otros factores, de la reducción de provisiones que implica la nueva contabilidad internacional. Esos beneficios no incluyen los extraordinarios de 717 millones obtenidos con la venta en enero de la participación restante en el Royal Bank of Scotland, que se destinarán a un fondo especial para futuros saneamientos, según el consejero delegado, Alfredo Sáenz.

Botín resaltó ante los accionistas que el SCH se ha convertido en el primer banco de la eurozona --tras la compra del Abbey-- y también de Latinoamérica. "No hay ningún otro banco con nuestra franquicia comercial y nuestra capacidad de crecimiento en Europa". Se mostró tan convencido de la solidez del banco que, según dijo, la entidad puede contemplar "con tranquilidad" cualquier cambio en el panorama económico. "Ni siquiera una desaceleración brusca en el sector inmobiliario español tendría consecuencias significativas sobre nuestros niveles de solvencia y rentabilidad".

MERCADO INMOBILIARIO Pese a la rotundidad del pronunciamiento, Botín reconoció que el crecimiento del mercado inmobiliario se moderará gradualmente en los próximos años, y que el banco se prepara para ese nuevo escenario mediante la diversificación de la cartera de productos y un mayor enfoque del negocio hacia el crédito al consumo y a las pequeñas y medianas empresas. Destacó, por lo que se refiere al crédito hipotecario, que el esfuerzo de las familias para pagar las hipotecas del Santander equivale al 25,6% de su renta y que el peso medio del crédito sobre el valor actualizado de las viviendas es del 44,6%, lo que supone un riesgo crediticio moderado.

Tanto el presidente como el consejero delegado resaltaron la aportación del negocio latinoamericano. En el 2004, 553 millones de dólares (unos 445 millones de euros), aproximadamente un 15% de los beneficios totales. "El crecimiento se ha apoyado básicamente en la banca comercial", destacó Sáenz. La actividad en Suramérica se incrementó un 6%, la tasa más alta en 30 años.

El exgobernador del Banco de España, Luis Angel Rojo, se estrenó ayer como consejero del banco. La junta ratificó su nombramiento, junto con el de Lord Burns. En su primera participación en la junta, Rojo tuvo que oír cómo Rafael Pérez Escolar --procesado por el caso Banesto e instigador de varias querellas contra Botín y el SCH--, le acusaba de haber favorecido al banco cántabro en la intervención y posterior venta de Banesto.

GUIÑO AL GOBIERNO Aunque pasó de puntillas, Botín hizo un guiño a la política económica del Gobierno socialista. En el actual contexto de incertidumbre económica en Europa, "España sigue siendo una excepción", dijo. Y se mostró confiado en el "mantenimiento de una evolución económica favorable".